Como
dice Sri Yukteswar en su libro "La Ciencia Sagrada" evitar el
sufrimiento y encontrar la felicidad perdurable son los anhelos de todo ser humano.
Buscamos
en las cosas externas pensando que cuando tengamos un buen trabajo, una buena
casa, una buena compañía, al fin seremos felices, al fin tendremos paz (cuantas
veces hastío)....
La
paz es uno de los atributos del alma. Nunca podremos hallarla fuera de nosotros
mismos. Como dice Donald Walters (Swami Kriyananda) en su libro "Cómo
iniciarse en la Meditación" lo que consideramos paz es tan solo una simple
tregua temporal en la batalla de la vida. La auténtica paz nunca es pasiva, es
dinámica. Surge de un elevado nivel de conciencia y solo puede encontrarse en
el interior, en nuestro Yo Superior.
Para
preparar este elevado nivel de conciencia es conveniente simplificar la vida
exterior reduciendo la cantidad de deseos personales. La Meditación ofrece el
camino más rápido y efectivo para alcanzar la paz mediante la consecución de
ese estado elevado de conciencia.
¿Que es la meditación?
La Meditación puede ser
definida de muchas maneras, aunque lo mejor es experimentarla. Es como
describir el sabor de una naranja; por muchos intentos que hagamos, ninguno
será semejante a experimentar en la boca el propio sabor.
La meditación ha sido
definida de múltiples formas:
“Es un arte”
“Es un arte”
Meditar es una acción personal. El conocimiento técnico del
proceso acelera el progreso pero como la acción meditativa no puede ser
delegada en otra persona, es ésta quien debe esforzarse en alcanzar los estados
meditativos que las técnicas prometen. Aquí, claramente, ciencia y arte están
unidos.
“Es la vía directa para sintonizarse con la
superconsciencia”
Consciencia ordinaria: La mente consciente es el estado habitual o de vigilia cuando estamos despiertos y solo representa una pequeña parte de nuestra consciencia. La mente consciente depende del intelecto y busca soluciones racionales a los problemas.
En el estado de vigilia el ego recibe la información a través de los sentidos y se relaciona con la realidad utilizando un 5% como conciencia ordinaria y siendo influenciado en un 95% por la subconsciencia.
Subconsciencia: La mente subconsciente representa la casi totalidad de nuestra conciencia personal; actúa durante el sueño y durante la vigilia ejerce una poderosa influencia. En ella residen los hábitos y los recuerdos, las emociones y los condicionamientos. El subconsciente nos mantiene esclavos.
Superconsciencia: La superconsciencia es impersonal, está más allá del ego y nos funde en el espacio infinito. Se manifiesta mediante ocho atributos del alma: luz, sonido, amor, paz, serenidad, gozo, sabiduría y poder.
Consciencia ordinaria: La mente consciente es el estado habitual o de vigilia cuando estamos despiertos y solo representa una pequeña parte de nuestra consciencia. La mente consciente depende del intelecto y busca soluciones racionales a los problemas.
En el estado de vigilia el ego recibe la información a través de los sentidos y se relaciona con la realidad utilizando un 5% como conciencia ordinaria y siendo influenciado en un 95% por la subconsciencia.
Subconsciencia: La mente subconsciente representa la casi totalidad de nuestra conciencia personal; actúa durante el sueño y durante la vigilia ejerce una poderosa influencia. En ella residen los hábitos y los recuerdos, las emociones y los condicionamientos. El subconsciente nos mantiene esclavos.
Superconsciencia: La superconsciencia es impersonal, está más allá del ego y nos funde en el espacio infinito. Se manifiesta mediante ocho atributos del alma: luz, sonido, amor, paz, serenidad, gozo, sabiduría y poder.
“Es el proceso de vuelta
que nos lleva al propio centro”
Comprender plenamente lo que significa el propio centro implica haberlo experimentado.
Una rueda bien centrada puede girar a gran velocidad sin problemas; descentrada produce vibraciones más violentas a medida que la velocidad se incrementa.
Cuando estamos realmente centrados observamos nuestra propia vida como un espectador real sentado en su trono sin vernos afectados por la vorágine de acontecimientos. Nos permite reflexionar sobre lo que está ocurriendo y actuar sin verse desbordado por la fuerza del subconsciente.
Comprender plenamente lo que significa el propio centro implica haberlo experimentado.
Una rueda bien centrada puede girar a gran velocidad sin problemas; descentrada produce vibraciones más violentas a medida que la velocidad se incrementa.
Cuando estamos realmente centrados observamos nuestra propia vida como un espectador real sentado en su trono sin vernos afectados por la vorágine de acontecimientos. Nos permite reflexionar sobre lo que está ocurriendo y actuar sin verse desbordado por la fuerza del subconsciente.
“Es escuchar”
“Es escuchar a Dios”
La mente debe suspender su habitual actividad de analizar, de sopesar alternativas, de “hablar” tanto, a fin de poder percibir la melodía que la superconsciencia le envía.
Estamos acostumbrados a rezar, a pedir sin esperar respuesta. La meditación prepara la situación para poder escuchar o sentir la respuesta divina.
La mente debe suspender su habitual actividad de analizar, de sopesar alternativas, de “hablar” tanto, a fin de poder percibir la melodía que la superconsciencia le envía.
Estamos acostumbrados a rezar, a pedir sin esperar respuesta. La meditación prepara la situación para poder escuchar o sentir la respuesta divina.
“Es el modo de afinar
nuestro propio sistema de percepción”
Tenemos conocimiento de la realidad material a través de unos sentidos que pueden ser engañosos. La meditación nos ayuda a sentir más allá del mundo físico y a percibir mas fácilmente la verdad.
Tenemos conocimiento de la realidad material a través de unos sentidos que pueden ser engañosos. La meditación nos ayuda a sentir más allá del mundo físico y a percibir mas fácilmente la verdad.
Sri Yogananda define la
meditación como
“Aquella ciencia cuyo objetivo es la Autorrealización”
En toda la obra y actitud de Paramhansa Yogananda destaca el rigor científico con que aborda todas las situaciones.
La primera manifestación de la presencia de Dios, que nos da la meditación, consiste en un sentimiento de paz inefable, que luego se transforma en un gozo humanamente inconcebible.
Como cita en su prologo del libro Meditaciones Metafísicas, en la meditación se usa la concentración en su forma más elevada. Pero,
¿Qué entendemos por concentración?
La concentración consiste en liberar la atención de las distracciones, para enfocarla en cualquier pensamiento que se desee. Es el arte de retirar la atención de todo aquello que nos distrae para dirigir, esa atención, sobre el objeto de estudio.
Llegamos, por fin, a nuestra definitiva definición de meditación:
“Aquella ciencia cuyo objetivo es la Autorrealización”
En toda la obra y actitud de Paramhansa Yogananda destaca el rigor científico con que aborda todas las situaciones.
La primera manifestación de la presencia de Dios, que nos da la meditación, consiste en un sentimiento de paz inefable, que luego se transforma en un gozo humanamente inconcebible.
Como cita en su prologo del libro Meditaciones Metafísicas, en la meditación se usa la concentración en su forma más elevada. Pero,
¿Qué entendemos por concentración?
La concentración consiste en liberar la atención de las distracciones, para enfocarla en cualquier pensamiento que se desee. Es el arte de retirar la atención de todo aquello que nos distrae para dirigir, esa atención, sobre el objeto de estudio.
Llegamos, por fin, a nuestra definitiva definición de meditación:
“Es aquel tipo especial de concentración en la cual la atención se ha liberado del estado de inquietud y se enfoca solamente en Dios”
“Es
concentración utilizada con el solo propósito de conocer a Dios”
CONTINUAR EN El Arte de la Meditación (2)