ASANA
Asana, que se pronuncia como esdrújula (ásana), significa postura. Para los occidentales, poco acostumbrados a sentarse en el suelo, mantener el cuerpo inmóvil en la posición correcta, constituye la primera y gran dificultad para profundizar en los misterios de la meditación.
Según enseña Patanjali en el Ashtanga Yoga, un signo de perfección en asana es poder permanecer en la postura meditativa, sin mover un solo músculo, durante tres horas seguidas.
Patanjali es el gran exponente del Raja Yoga en los tiempos antiguos. Sistematizó los conocimientos que permiten alcanzar la iluminación en unas enseñanzas denominadas "El sendero de los ocho pasos". La denominación de ocho pasos se debe a la descomposición de las materias o conocimientos en ocho apartados. Estos capítulos o escalones del sendero espiritual no requieren un orden estricto de ejecución; no es preciso dominar el primer capítulo (yamas) para abordar el segundo (niyamas). El progreso espiritual implica un perfeccionamiento simultaneo en todos los estadios del Ashtanga Yoga.
Asana, por ejemplo, que constituye el tercer apartado, se hace necesario desde el primer momento. Patanjali se refiene en sus escritos a la necesidad de perfeccionar asana para poder sostener correctamente el cuerpo durante el proceso meditativo. Toda postura que mantenga la columna recta y el cuerpo relajado será considerada correcta.
Muchas personas meditan durante años sin lograr nigún resultado notable simplemente por que no han entrenado sus cuerpos para mantenerse quietos. Las percepciones sutiles solo pueden percibirse en medio de las mas perfecta tranquilidad.
La importancia de mantener la columna recta no se restringe solamente a la meditación; en la vida ordinaria el kriyabán debe caminar derecho, sentarse derecho y tener siempre una actitud recta. El "danda" es la larga vara que llevan muchos swamis como recordatorio de esta actitud.
Según enseña Patanjali en el Ashtanga Yoga, un signo de perfección en asana es poder permanecer en la postura meditativa, sin mover un solo músculo, durante tres horas seguidas.
Patanjali es el gran exponente del Raja Yoga en los tiempos antiguos. Sistematizó los conocimientos que permiten alcanzar la iluminación en unas enseñanzas denominadas "El sendero de los ocho pasos". La denominación de ocho pasos se debe a la descomposición de las materias o conocimientos en ocho apartados. Estos capítulos o escalones del sendero espiritual no requieren un orden estricto de ejecución; no es preciso dominar el primer capítulo (yamas) para abordar el segundo (niyamas). El progreso espiritual implica un perfeccionamiento simultaneo en todos los estadios del Ashtanga Yoga.
Asana, por ejemplo, que constituye el tercer apartado, se hace necesario desde el primer momento. Patanjali se refiene en sus escritos a la necesidad de perfeccionar asana para poder sostener correctamente el cuerpo durante el proceso meditativo. Toda postura que mantenga la columna recta y el cuerpo relajado será considerada correcta.
Muchas personas meditan durante años sin lograr nigún resultado notable simplemente por que no han entrenado sus cuerpos para mantenerse quietos. Las percepciones sutiles solo pueden percibirse en medio de las mas perfecta tranquilidad.
La importancia de mantener la columna recta no se restringe solamente a la meditación; en la vida ordinaria el kriyabán debe caminar derecho, sentarse derecho y tener siempre una actitud recta. El "danda" es la larga vara que llevan muchos swamis como recordatorio de esta actitud.