CAVIDAD BUCAL
En la base de la cavidad bucal o piso de la
boca se encuentra adosada la lengua. Bajo la punta de la lengua se encuentra
una membrana mucosa, denominada frenillo,
que dificulta el movimiento hacia atrás e impide que la lengua sea tragada
involuntariamente. Para poder conseguir kechari
mudra, es preciso suavizar la tensión que el frenillo ejerce cuando se
estira la lengua, se eleva o se la lleva hacia atrás.
La mucosa de la parte superior de la cavidad bucal constituye el paladar,
que se divide en dos partes: el paladar fijo o duro, en la zona anterior, y el
paladar móvil o blando, que termina en la zona posterior en una protuberancia
colgante denominada úvula. Para
conseguir colocar la lengua en kechari
mudra, la lengua debe rebasar la úvula y ascender por la cavidad nasal.
LA LENGUA
La lengua es un órgano multifunción. En ella se encuentran las papilas
gustativas que transmiten al tálamo los estímulos sensoriales que dan lugar al
sentido del gusto; los distintos músculos que la componen y que actúan sobre
ella le permiten una movilidad capaz de manejar el alimento en la boca facilitando
su trituración y la generación del bolo alimenticio y, por último, la facultad
de hablar no sería posible sin la acción, el movimiento y las distintas formas
y posiciones que la lengua puede adoptar.
La lengua tiene una compleja estructura de naturaleza muscular. Un
elevado grupo de músculos externos, en series pares, excepto uno, que se apoyan
en diversas estructuras, le dan una amplia movilidad.
Veamos con cierto detalle la constitución, conexiones y función de cada
tipo de músculos:
Transverso: De los 17 músculos que actúan sobre la lengua, solo el músculo
transverso (doble), pertenece exclusivamente a la lengua en toda su extensión.
Es por ello que se le considera un músculo intrínseco. Todos los demás, que
tienen su origen fuera de la lengua, se conocen como extrínsecos. El nombre
“transverso” alude a la orientación de las fibras musculares que lo hacen de
forma transversal con respecto a la línea longitudinal de la lengua. Estas
fibras nacen en las dos caras del septum lingual y terminan en la mucosa de los
bordes de la lengua. El septum lingual es una fina pared vertical fibrosa que
se extiende por el centro a lo largo de toda la parte interior e inferior de la
lengua.
Las fibras del transverso se entremezclan de forma irregular con otras
fibras, especialmente las longitudinales. La contracción simultanea del
transverso derecho e izquierdo hace que los bordes laterales de la lengua se
acerquen al centro haciendo que la lengua se ponga redonda y afilada, al tiempo
que se proyecta un poco fuera de la boca. Cuando este músculo y los demás que
actúan sobre la lengua están relajados, la lengua adopta la forma plana que
ocupa el espacio bucal. El acto de tocar y empujar suavemente los dientes
incisivos inferiores, implica la contracción del transverso.
Geniogloso: Este músculo doble, el más voluminoso, permite la importantísima
conexión de la lengua con la mandíbula. Poder hablar y masticar correctamente,
implican que lengua y mandíbula se coordinen correctamente en una amplia gama
de movimientos.
Este complejo músculo tiene forma de triángulo y está compuesto por
fibras que actúan en diversas direcciones. Las fibras inferiores nacen en la
parte superior del hueso hioides. Las fibras superiores terminan en la punta de
la lengua. Las fibras medias, las más abundantes, recorren la cara dorsal de la
lengua. Este músculo actúa relacionándose e interactuando con otros muchos
músculos.
Cuando todas las fibras del geniogloso se contraen, la lengua se encoge y
se aplica con fuerza contra el suelo de la boca. Si solo se contraen las fibras
inferiores, el hueso hioides y la lengua se van hacia arriba y adelante. Al
actuar las fibras medias la lengua se proyecta fuera de la boca. Las fibras
superiores actúan llevando la punta de la lengua hacia abajo y atrás. Actuamos
con este músculo cuando sacamos la lengua o recorremos el espacio entre los
dientes y las encías por su parte externa.
Estilogloso: El nombre hace referencia a su conexión con la apófisis estiloides, una
prominencia ósea del cráneo. Actúa sobre los lados de la lengua y sus diversos
fascículos se dirigen, además de los bordes de la lengua, hacia el septum
lingual o se entremezclan con el hiogloso, el lingual inferior o el geniogloso.
Este músculo lleva la lengua hacia arriba y atrás y permite aplicarla fuertemente
contra el velo del paladar. Su dominio y control es importante en la
consecución de kechari mudra.
En las figuras se representa solamente la zona izquierda de estos
músculos dobles.
El músculo estilofaríngeo, como su nombre indica, se extiende entre la
apófisis estiloide y la faringe y tiene como función elevar la laringe y la
faringe y dilatar ésta cuando el tamaño del bolo alimenticio lo precise.
Palatogloso: Músculo doble que conecta la cara inferior del velo del paladar con la
base de la lengua. Su contracción lleva la lengua hacia arriba y atrás.
Faringogloso: Esta pareja de músculos conecta la faringe con los laterales de la
lengua. Dos tipos de fascículos componen cada músculo. Los superiores se confunden
con los del palatogloso y estilogloso, al costear los bordes de la lengua, y
son los causantes de llevar la lengua hacia arriba y atrás. Los inferiores se
entremezclan por debajo del hiogloso con el geniogloso y lingual inferior.
Amigdagloso: Los músculos amigdaglosos se inician en la parte superior de la cara
externa de las amígdalas, descendiendo verticalmente para alcanzar la base de
la lengua y transversalmente unir ambos lados, por debajo del lingual superior.
La acción de los músculos lleva la lengua hacia arriba aplicándola contra el
paladar.
Hiogloso: Este par de músculos nacen en el hueso hioides y terminan en los
laterales y parte inferior de la lengua. Tiene importancia en la movilización y
coordinación de la laringe y la lengua. La acción de este musculo vuelve a su
posición la lengua cuando ha sido proyectada hacia adelante por los
genioglosos.
Lingual
superior: Es el único músculo impar.
Sus fibras longitudinales y paralelas se componen de dos secciones laterales,
que nacen en las astas menores del hioides, y una sección central que va de la
epiglotis hasta la base de la lengua. Las tres secciones terminan por formar
una sola capa muscular a lo largo de todo el dorso de la lengua.
La contracción del lingual superior eleva la punta de la lengua y la
lleva hacia atrás. Importante en la consecución de kechari mudra.
Lingual inferior: También nace en las astas menores del hioides y está situado por debajo
del estilogloso y entre el geniogloso e hiogloso, para terminar en la parte
inferior de la punta de la lengua. Su acción lleva la punta de la lengua hacia
atrás y abajo.
Pretender dominar cada
músculo de forma individual es prácticamente imposible –además de inútil-, ya
que actúan de forma simultánea y coordinada. En cualquier acción, en mayor o
menor medida, son varios los músculos que entran en juego. Por esa razón es conveniente
educar la lengua observando cómo reacciona ante cada intención: si pienso en
estirar la lengua, llevo a cabo la acción y la observo cuidadosamente en el
espejo. Es muy importante la acción de observar siempre que es lo que hace la
lengua, ya que entre lo que pretendemos que haga y lo que realmente hace, puede
haber gran diferencia.
fenomenal
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